Restos del Castillo

Alzado sobre un talud que domina el río Valdavia se encuentran las ruinas del antiguo castillo, siendo este el encargado de dar nombre al pueblo. Fue construido entre los siglos IX y X como símbolo no solo de la repoblación de la zona, sino también como primera línea de defensa del castillo de Agüero (Buenavista de Valdavia) frente a los ataques musulmanes. Este puesto defensivo fue de los más importantes debido a su posición estratégica, ya que desde lo alto de su torre se podía divisar toda la comarca. Hoy en día, y pese a encontrarse en estado de ruina, sigue siendo uno de los mejores castillos militares conservados en la zona.
Pasados 300 años del inicio de su construcción, y una vez cumplidas sus tareas de protección frente a ataques musulmanes, el rey Alfonso VIII, vencedor de la batalla de las Navas de Tolosa, entregará el castillo a la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, que con el paso del tiempo cambió su nombre a Orden de Malta. Como consecuencia de este acto tanto en el escudo como en la bandera del municipio figura la famosa Estrella de Malta.
En origen estaba formado por una torre protegida por una barrera circular. Dicha torre era de planta rectangular y contaba con unas medidas interiores de 6,30m por 6,70m. Estaba construida con muros de cal y canto de 1,30m de espesor, e iría recubierta por un muro de mampostería. Estos sillares que recubrían la torre serían reutilizados en el siglo XIX para levantar la torre de la actual iglesia de San Quirico.
Debido a su estado actual, no es posible determinar el número de plantas con que contaba, ni en qué fachada se ubicaba la puerta de acceso.
En la parte sur del montículo se encuentran parte de una fuerte barrera de hormigón macizo, con 2 metros de espesor y varios de altura, que seguramente rodeaba la torre del homenaje a excepción del lado este, el cual la diferencia de altura con el río actuaría de muralla natural.