Ermita de Sant Gregori
En 1779, los agricultores de Vinaroz, fieles al voto que habían hecho a San Gregorio, construyeron una ermita en su honor por haberlos librado de una plaga de langostas. El proyecto arquitectónico, situado a un kilómetro de la ciudad, fue obra del fraile y arquitecto vinarocense P. Gonell.
Tras el desbordamiento del río Cervol en 1909, la iglesia se cerró al culto. En 1917 se convirtió en sanatorio; durante la Guerra Civil española se utilizó como almacén de munición y, posteriormente, como almacén municipal. En 1996 se inició su recuperación.
La ermita tiene planta central y el cuerpo del templo adopta la forma de cruz griega. En el interior hay tres retablos pintados al fresco, el mayor de los cuales representa a San Antonio Abad coronando el conjunto, así como las figuras de San Abdón y San Senén en los laterales y San Gregorio en la hornacina central.