Nuestra Señora de la Asunción

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los Bienes de Interés Cultural que encontramos en el Centro Histórico de La Vila Joiosa, también en su conjunto declarado BIC. Es una de las tres únicas iglesias-fortaleza de la provincia de Alicante.

Del siglo XVI al XVIII La Vila Joiosa fue diana de importantes invasiones de corsarios turcos y argelinos, y de otras confrontaciones bélicas. Como consecuencia de un gran ataque corsario en 1538 (origen histórico de las fiestas de Moros i Cristians) y otro en 1543 que arrasó el municipio, a mitad de siglo se firmó una Real Orden para reconstruir las murallas.

Sabemos, a través de un grabado, que La Vila Joiosa en el último tercio del siglo XVI estaba rodeada de un cinturón amurallado con tres baluartes circulares, con la parte inferior inclinada para resistir mejor los cañonazos.

Las murallas de La Vila Joiosa son ejemplo de “muralla urbana renacentista pre-abaluartada, es decir, de un ‘estilo’ muy breve en el tiempo y que desapareció al aplicarse de forma generalizada la planta “Vauban” (consistente en baluartes macizos, frecuentemente de formas triangulares, que forman fortalezas de plantas estrelladas)”. Por este motivo las murallas de La Vila Joiosa son excepcionales y supusieron el fin de un antiguo sistema de defensa medieval. La propia Iglesia de la Asunción, de estilo gótico catalán, se integra en la muralla como una iglesia-fortaleza, de hecho, el gran ábside constituye la torre principal de la muralla.

Al igual que las murallas adopta una imagen exterior de edificación militar para la defensa. El ábside forma una enorme torre de la muralla renacentista, con muros muy anchos y muy pocas ventanas. Lo más característico es el paso de ronda alrededor del tejado con saeteras para disparar a los atacantes y con alguna gárgola en forma de cañón para despistar al enemigo.

De hecho, La Vila Joiosa, como capital de uno de los diez requerimientos del reino para la defensa anticorsaria en el siglo XVI, era una de las fortalezas mejor artilladas de Valencia. La visita a este paso de ronda es más que recomendable, no sólo por descubrir los entresijos de un edificio religioso con apariencia militar, sino también por las vistas.

En su interior el templo, del gótico-levantino, presenta una sola nave, capillas entre contrafuertes y escasa decoración. A excepción de la capilla dedicada a la Patrona de la ciudad, Santa Marta, inaugurada en 1740, con muchos elementos decorativos y que alberga una imagen de la santa del siglo XVII, con sus atributos característicos: un pequeño cubo y un hisopo (aspersorio de agua bendita) con los que dominó a un dragón.