PLAZA DE SAN AGUSTÍN

Pese a no ser una plaza céntrica se trata de uno de los puntos neurálgicos del pueblo. Esto se debe a la fuente de San Agustín y a las diversas infraestructuras relacionadas con el agua. La primera obra de esta fuente data de 1626 y fue realizada por Bartolomé de Hontanilla, aunque toda la fachada monumental de estilo neoclásico que podemos ver hoy en día se hizo en 1798 en piedra de Alcublas. Está coronada por un ático en la que se dispone en un bajorrelieve circular taraceado en mármol blanco la tau de San Antonio, emblema de la villa. Se remata el conjunto con tres pináculos. En la parte superior encontramos un panel cerámico en honor a San Agustín.La fuente recibe agua del acueducto de “la mena”, canalización del siglo XVI de casi un kilómetro de longitud y que porta el agua desde el pozo de San Agustín dado este nombre a todos los elementos relacionados por el día del descubrimiento del pozo. La fuente presenta oquedades que se utilizaban para reposar los cántaros de agua durante la espera para coger agua. Dos caños de hierro siguen vertiendo el agua de la fuente, pero actualmente el agua procede de la red local. El sobrante, llenaba un abrevadero o como se le conoce localmente “chariz” para uso de la caballería y la ganadería. Unos metros más abajo en la misma plaza encontramos unos lavaderos de dos balsas paralelas en un espacio porchado en “U”. El sobrante de este agua aún se aprovechaba para industrias vecinas y para el riego de los huertos de la zona del Chorrador.Este conjunto es un ejemplo único de infraestructuras hidráulicas civiles y del aprovechamiento de agua previo a la instauración de la red de abastecimiento y la fuente en concreto es una particular muestra de la arquitectura culta académica del siglo XVIII. Todo ello han hecho de la plaza de San Agustín un lugar de encuentro y especial socialización del municipio.