La Alfarería

El entorno local podemos documentarlo desde el periodo paleolítico con restos de objetos domésticos y piedra pulida.
Desde la época ibérica hay constancia de alfarería de utilidad, no exenta del buen gusto.
A la época ibérica pertenece el testar de la Riera.
De la época romana hay ladrillos de pavimento, tejas, la terra sigillata (tipo de cerámica), alfarería común.
De la época hispano-musulmana se dispone de alfarería común.
De la época morisca se conservan socarrats (ladrillos de barro cocido).
En los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX hay producción alfarera en la localidad.
En el año 1901 se inicia la actividad del rajolar activo en la primera mitad del siglo XX.