El azulejo de El Trovador y su Dama

Azulejo, 1465 – 1475. Excavación, MCM Inv. 5224

Este azulejo se recuperó durante la excavación arqueológica del año 2008 en la calle Sant Vicent 18- 20 de Manises. El azulejo, que presentaba defectos de cocción, fue localizado en uno de los extremos de la habitación, en un rincón de escasa visibilidad, orientado en posición invertida. Su emplazamiento nos indica que ni el constructor de la vivienda ni el propietario le dieron la verdadera importancia que tenia el azulejo, seguramente, por desconocimiento de su significado.

El azulejo representa una escena al aire libre donde un trovador, situado delante de un caballo ricamente enjaezado, le canta a una dama acompañado por los acordes de un laúd. El trovador lleva bonete redondo y pequeño sobre la cabeza, peinado con corta cabellera y ahuecada; viste chaqueta con faldilla plegada, de influencia italiana, y medias soladas de puntas afiladas. Esta indumentaria masculina se corresponde con la moda que se instaura en los reinos de la península ibérica a partir de 1450 y que tiene su mayor apogeo en 1470.

La Dama es quien acapara el mayor protagonismo, tiene el pelo rizado recogido en una trenza enfundada en una cofia; viste vestido con aros que le dan amplitud a la falda, estos aros se pusieron de moda hacia 1461 a causa de que la reina Juana de Portugal llevó ese tipo de falda para mantener en secreto un embarazo en el que no había intervenido su marido el rey Enrique IV. Por otra parte, la parte superior del vestido presenta una obertura en punta redondeada que se sujeta con una trenza de cordones, las mangas son abombadas y los puños dejan salir las bocas ondulantes de la camisa, detalles de la vestimenta de moda hispana que se exageró mucho más hacia 1500. Destaca sobre su escote un collar de cadena con un pronunciado colgante, que sumado con el resto de la indumentaria es signo de una elevada posición social.

La escena representada está estrechamente vinculada a la vida cortesana y al tema principal de las composiciones poéticas de los trovadores que era el amor, este, narrado de manera predominante como el amor respetuoso y sumiso de un hombre hacia una mujer – en ocasiones casada con otro hombre – el cual era frecuentemente inaccesible.

En la época en la que se realiza en Manises este azulejo, el movimiento trovadoresco se había difuminado, pero su influencia aún era reconocible en poetas valencianos de la primera mitad del siglo XV como Jordi de Sant Jordi y Ausiàs March. Asimismo, la existencia de esta presentación del trovador y su dama sobre la cerámica nos indica que entre 1460 y 1470 esta imagen símbolo del amor cortés aún tenia vigencia aunque únicamente como alegoría.