Máquina de embutir
Caballete de forma tronco piramidal, formado por cuatro patas de madera unidas por la parte superior a una tabla, sobre la cual se enrosca un aparato de hierro colado que contiene una entrada en forma de embudo para introducir la carne y una salida donde se coloca un embudo para que la carne picada entre dentro de la tripa, dando vueltas a una manivela de hierro. En uno de los laterales se aprecia la marca ELMA en relieve y a ambos lados de la tolva está el número 22, que hace referencia al modelo. La marca ELMA, afincada en Álava, está activa desde el año 1924 hasta la actualidad. Esta pieza perteneció a la familia Mora Andreu. La matanza del cerdo se realizaba todos los años en invierno, (A cada cerdo le llega su San Martín, Per sant Martí, mata el porc i enceta el vi). La razón fundamental era que el frío favorecía la conservación de la carne, también era una época más tranquila después de las cosechas y antes de la celebración de la Navidad, la principal festividad del año. Toda la familia participaba en la actividad, generalmente los hombres se ocupaban de matar al animal y las mujeres procesaban los productos cárnicos. Otras veces era un hombre quien se encargaba de matar el cerdo en la casa y el ama de casa era quien realizaba todas las tareas de adobado y embutido. También había mujeres que se dedicaban a hacer embutido para vender fuera de casa, consiguiendo así ingresos extras.