Máquina de coser zapatos
Máquina de coser zapatos marca Singer, modelo 18-2, con número de serie G7194501. Estas máquinas estaban construidas ex profeso para toda clase de trabajos que por su forma especial necesitaran un brazo estrecho, como la compostura de botas, zapatos, etc… En Torrent, a mediados de siglo veinte se desarrolló una industria zapatera que empleaba mujeres a domicilio. Las piezas de piel que compondrían los zapatos eran troqueladas en la fábrica por operarios masculinos y distribuidas entre las “aparadoras”, mujeres que trabajaban en su casa o en la de otra cosiendo las piezas en máquinas como estas. Era un trabajo a destajo, cobraban por pieza realizada. Generalmente las jóvenes aprendían en casa de una mujer experta que las empleaba durante un tiempo. Una vez formadas, conseguían su propia máquina, bien pagando a plazos o adquiriéndola de segunda mano, y se emancipaban. Este trabajo realizado en el hogar no estaba legalmente reconocido y, como otros realizados por mujeres, tenía la consideración de “ayuda” a la economía familiar. Trabajar a domicilio permitía a las mujeres ocuparse de las tareas consideradas como propias de su género (mantenimiento del hogar, crianza de los hijos…).