Almazara

La almazara evoca los paisajes de secano desaparecidos, repletos de bancales de olivos, algarrobos y viñas. Es el lugar destinado a la transformación de las olivas que se cosechaban en el campo en aceite. No todo el mundo podía permitirsela. La fuerte inversión que requería se rentabilizaba dando servicio a otros agricultores. Estos ingenios quedaron obsoletos en la segunda mitad del siglo pasado, cuando la instalación de pozos cambió significativamente el paisaje de l’Horta Sud, con la introducción de naranjos orientados a la comercialización.