Iglesia de San Román
Al igual que el núcleo que lo ampara, el templo de San Román es de pequeñas dimensiones, muy sencillo –una única nave rectangular y ábside cuadrado con arco toral apuntado entre ambos– y bastante transformado. En este sentido cabe destacar la zona occidental en donde modernamente se han levantado varios tabiques de ladrillo que han dado lugar a pequeños espacios habilitados como sacristía, baptisterio o cuarto trastero. La omnipresente espadaña se eleva sobre el ábside, con un acceso al campanario formado por un cuerpo adosado a la iglesia en el lado este. Exteriormente el conjunto ofrece gran disparidad en cuanto a los materiales que lo constituyen. En la fachada sur los paramentos se construyeron con sillería arenisca bien escuadrada, la fachada oeste sólo presenta sillería en su parte inferior ya que la zona superior muestra una mampostería de apariencia más moderna, aunque con buenos sillares angulares. La fachada norte permanece totalmente revocada por hormigón blanqueado que nos impide apreciar el aparejo, poniéndose de manifiesto la existencia de ladrillos modernos en la base y la pervivencia de sillares angulares y canecillos. Otro testimonio de intervenciones recientes es el hormigón utilizado en las juntas de los sillares. Interiormente aparece revocado casi por completo a excepción del ábside, liberado del revoco en época reciente, mientras que el pavimento es moderno, de losetas de terrazo. A simple vista observamos cómo el interior de la nave ha sufrido diversas transformaciones: tabiques de ladrillo que además de sustentar el típico coro alto de madera ubicado a los pies crean una serie de espacios con distintas funciones, abertura –a modo de hornacina o arcosolio– en el muro norte de la misma, abovedamiento a base de forjado de madera con cubierta a doble vertiente, ventanales, etc. La única portada de acceso, de pequeñas dimensiones, la localizamos en el muro meridional y se compone de un arco doblado y apuntado con chambrana e impostas de nacela. Separando la nave de la cabecera aparece el arco triunfal apuntado, de sencilla factura y chambrana nacelada, que descansa sobre pilastras con cimacio también de nacela.